Pesca

 

Existen diversos acuerdos internacionales que señalan los enfoques y principios para un aprovechamiento sustentable de los recursos pesqueros, tanto marinos como continentales, que priorizan lo siguiente:

a)     La protección, conservación y el aprovechamiento sostenibles de la diversidad biológica marina y de agua dulce.

b)     La ordenación de los recursos y las prácticas de aprovechamiento mediante el fortalecimiento y la creación de mecanismos regionales y subregionales adecuados.      

c)      El estudio de la eficacia de la ordenación de especies múltiples en el contexto de las pertinentes disposiciones de la UNCLOS y del Programa 21.

d)     El establecimiento de un Código de Conducta para la Pesca Responsable.

e)     El control de la contaminación generada por los desechos de las pesquerías.

f)        La aplicación del criterio precautorio con el objeto de no rebasar las capacidades de carga de los embalses bajo aprovechamiento.

 

En el esfuerzo por lograr estos objetivos, deberán reconocerse plenamente las circunstancias y necesidades especiales de los países en desarrollo, en particular de los menos adelantados y de los pequeños estados insulares. De igual manera se señala la necesaria participación en este proceso de las organizaciones y comunidades locales beneficiarias de los recursos pesqueros.

 

En México, el marco legal de la actividad pesquera está contenido en la Ley de Pesca y su Reglamento. Dicha ley tiene por objeto garantizar la conservación, la preservación y el aprovechamiento racional de los recursos pesqueros y establecer las bases para su adecuado fomento y administración. Para esto se reconocen como facultades de la Secretaría de Pesca el realizar el inventario de recursos pesqueros, la promoción, construcción, mejora y equipamiento de embarcaciones y artes de pesca, así como de las obras de infraestructura, la promoción de la diversificación pesquera, fijar los métodos y medidas para la conservación de los recursos pesqueros y la repoblación de las áreas de pesca, regular la creación de áreas de refugio, establecer las épocas y zonas de veda, regular la introducción de especies de la flora y fauna acuáticas, definir las normas técnicas sanitarias relativas al sector pesquero, establecer los volúmenes de captura permisible, regular el conjunto de instrumentos, artes, equipos, personal y técnicas pesqueras, prestar servicios de asesoría, y la capacitación a las sociedades cooperativas de producción pesquera, incluidas las ejidales y comunales.

 

Las modificaciones del marco legal, realizadas en 1990 y 1992, hacen realidad el concepto de pesca responsable al adoptar como criterio la racionalidad biológica y la viabilidad económica en el otorgamiento de concesiones y permisos, disminuyendo la discrecionalidad de la autoridad y ofreciendo a los participantes en la actividad certidumbre en sus inversiones. Asimismo, los hace corresponsables en el tránsito de la actividad hacia un desarrollo sustentable, con respeto a los ecosistemas y a la biodiversidad.

 

El Programa de Pesca y Acuacultura 1995-2000 establece que el fomento pesquero se basará en un enfoque integral que atienda las necesidades de investigación y evaluación de recursos, infraestructura básica, flota pesquera, procesamiento, transportación y comercialización.

 

Como parte de esta política de aprovechamiento sustentable, el gobierno mexicano ha promulgado disposiciones para proteger las especies de interés comercial y deportivo, creando zonas de reserva, santuarios marinos, campamentos y realizando acciones de investigación, conservación, protección y repoblamiento en aguas continentales. Esto ha permitido la protección de las especies y la reducción de los niveles de captura incidental. Igualmente, se han emitido diversas normas oficiales mexicanas en materia de aprovechamiento y extracción, vedas, protección, importación, cuarentenas y pesca deportiva.

 

Las aguas continentales del Estado se dividen en tres sistemas: Río Lerma-Santiago y afluentes, ríos que desembocan directamente en el Océano y los ríos del Sur del Estado. Entre los embalses destacan los lagos de Chapala, Cajititlan, Magdalena y Zacoalco y las presas de Cajón de Peña, Santa Rosa y La Vega. Sin embargo, existe un amplio número de pequeños cuerpos de agua que son susceptibles de ser aprovechados tanto por pesca de especies nativas como por especies introducidas.

 

En el Estado se dispone de recursos necesarios para el desarrollo pesquero y acuícola. Se cuenta con 341.9 km de litoral, 10,200 has de aguas estuarinas (0.5% del nacional); 220,000 has de aguas continentales o interiores (15.4% del nacional); 8 lagos, 105 presas mayores a 20 has, 362 presas menores, 315 presas derivadoras, 2,173 bordos y 7, 500 aprovechamientos de agua del subsuelo (pozos, norias, manantiales, etc.).

 

La pesca continental es el principal componente en la producción pesquera de Jalisco y la aportación más importante proviene del Lago de Chapala. La mayor parte de esta producción se consume en zonas aledañas al lugar de extracción. El aporte de la pesca continental es importante debido a las campañas de repoblamiento y la realización de infraestructura hidráulica que ha incrementado de manera progresiva la superficie total de aguas aprovechables para la actividad pesquera. Esta producción se obtiene a partir de técnicas rústicas, con artes de pesca construidas por los propios pescadores y con embarcaciones propias, por lo cual la pesca en Jalisco se considera principalmente artesanal.

 

El desarrollo del estado exige un mejor aprovechamiento de sus recursos. Es urgente incrementar la producción de la pesca en base a tecnologías adecuadas que permitan su integración y diversificación, con un enfoque que considere otros recursos complementarios, como el agua, el suelo y los bosques, y una participación activa y corresponsable de los pescadores que derive en el mejoramiento de su calidad de vida.

 

En la zona metropolitana de Guadalajara se ha consolidado el segundo mercado de pescados y mariscos del país, lo que significa una importante participación de la actividad en la generación de empleos. Por otro lado, se estima que existen entre 150 a 170 organizaciones pesqueras artesanales de escama distribuidas en todo el territorio de Jalisco.

 

Sin embargo, un aspecto que requiere atención por que limita un mejor desarrollo de la actividad pesquera en el estado, es la dependencia del pescador para comercializar sus productos, ya que éste no puede cubrir todo el proceso de captura, preparación, transporte y comercialización debido principalmente la falta de financiamiento y capacitación en el proceso completo.