Industria

 

A la vista de los problemas ambientales de alcance global, generados en gran parte por el desarrollo de las actividades industriales, se han establecido nuevos criterios y acuerdos a nivel mundial para un mejor desempeño de estas actividades bajo una perspectiva de sustentabilidad. Uno de los foros que han influido más en el cambio de perspectiva del desarrollo de las economías mundiales ha sido la Conferencia de las Naciones Unidad sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, de la cual se desprende la llamada Agenda 21.

 

La Agenda 21 señala que cada vez se reconoce en mayor medida:

a)     Que la producción, la tecnología y la gestión que utilizan los recursos de manera ineficaz crean residuos que no se vuelven a utilizar, riesgos para la salud humana, impactos al medio ambiente y fabrican productos que, una vez utilizados, tienen otras consecuencias y son difíciles de reciclar.

b)     Que tienen que ser sustituidos por tecnologías, sistemas de ingeniería y prácticas de gestión idóneas y técnicas que reduzcan al mínimo los desechos a lo largo del ciclo de vida del producto.

 

Como una salida a este problema se propone la producción limpia, la cual entraña un esfuerzo por lograr la mayor eficacia posible en cada una de las etapas del ciclo de vida del producto. La aplicación de este concepto mejoraría la competitividad general de la empresa.

 

Se señala que los gobiernos, las empresas y las industrias, deberían tratar de aumentar la eficacia de la utilización de los recursos, incluido un aumento de la reutilización y del reciclado de los desechos, y reducir la cantidad de estos por unidad de producto económico.

 

Alcanzar el objetivo de la producción industrial limpia implica que se lleven a cabo las siguientes actividades:

a)     Los gobiernos, el comercio y la industria, deben reforzar asociaciones para aplicar los principios y criterios del desarrollo sostenible.

b)     Los gobiernos deben aplicar una combinación de instrumentos económicos, leyes y normas, en consulta con el comercio y la industria,  que fomenten la utilización de sistemas limpios de producción, con especial consideración para las empresas pequeñas y medianas.

c)      Los gobiernos, el comercio y la industria, así como las instituciones docentes y las organizaciones internacionales, deben tratar de elaborar y aplicar conceptos y metodologías que permitan incorporar los costos para el medio ambiente en los mecanismos de contabilidad y fijación de precios.

 

Por otra parte, se señala que es necesario alentar al comercio y a la industria, incluidas las empresas transnacionales, a:

a)     Informar cada año sobre sus actividades relacionadas con el medio ambiente y sobre su utilización de energía y de recursos naturales.

b)     Proceder a la adopción de códigos de conducta que fomenten prácticas ambientales idóneas, como la Carta de las Empresas para un Desarrollo Sostenible, de la Cámara de Comercio Internacional, y la iniciativa del cuidado responsable adoptada por la industria química, e informar sobre su aplicación.

 

Como parte de esta estrategia para lograr la introducción de políticas de producción limpia es necesario, entre otras medidas: promover la cooperación tecnológica y técnica entre empresas, alentar a que estas apliquen programas para aumentar la conciencia y la responsabilidad ecológica, aumentar las actividades de educación, formación y sensibilización en lo relativo a una producción limpia, y fortalecer la difusión de información sobre técnicas limpias de producción.

 

Entre los instrumentos de gestión ambiental existentes en México relativos a las actividades industriales se tienen los siguientes:

a)     Los estudios de riesgo, los cuales se requieren en aquellas actividades que manejan materiales y operan procesos peligrosos, con objeto de identificar el potencial de afectación a la población, a las propiedades y al ambiente.

b)     Las normas oficiales mexicanas, que son un instrumento muy poderoso, no sólo por su capacidad de controlar  los procesos productivos, sino particularmente por su capacidad de inducir cambios de conducta e internalizar costos ambientales. Debe señalarse que la mayoría de las normas generadas hasta ahora aplica a actividades industriales.

c)      La regulación directa de materiales y residuos peligrosos y riesgo, que establece un sistema de permisos, autorizaciones y manifiestos que se diseñan específicamente para cada caso particular debido a la gran diversidad de actividades industriales y de servicios que generan residuos peligrosos.

d)     La regulación directa de las actividades industriales, que opera a través de licencias de funcionamiento contempladas en los reglamentos correspondientes, en donde se establecen condiciones particulares de operación industrial para regular y minimizar las emisiones a la atmósfera y de recabar información para la construcción de inventarios.

e)     La autorregulación, a partir de normas voluntarias como ISO14000, por medio de iniciativas y programas concertados con la autoridad de protección ambiental en empresas o ramas industriales, por medio de compromisos en materia de nuevos métodos de control, sustitución de insumos, modernización tecnológica, eficiencia energética, reciclaje y calidad ambiental total.

f)        Las auditorías ambientales, que consisten en la revisión exhaustiva de las instalaciones, procesos, almacenamientos, transporte, seguridad y riesgo, entre otros aspectos, que permitan definir planes de acción que definan con plazos determinados, las obras, reparaciones, correcciones, adquisiciones y acciones necesarias emanadas del dictamen de la auditoría, estén o no normadas.

g)     Los instrumentos económicos, que promueven la internalización de costos ambientales con el propósito de que los agentes reciban señales adecuadas desde el sistema de precios e incorporen entre sus objetivos o funciones de bienestar, motivaciones permanentes para hacer un manejo sustentable de los recursos y para reducir la generación de contaminantes y residuos y con ello, los efectos ambientales negativos inherentes.

h)      Los criterios ecológicos, que plantean metas u orientaciones generales a seguir en ciertos procesos o actividades en términos de la política ambiental del país.

i)        Las instancias de verificación, control y vigilancia, de las cuales depende el éxito de los instrumentos regulatorios.

 

Hasta ahora, uno de los instrumentos legales de mayor aplicación a la industria por la prioridad que implica el manejo de sus desechos ha sido el Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Residuos Peligrosos. Sin embargo, se reconoce que la infraestructura existente en México para el manejo de estos, es limitada e insuficiente, pues se estima que sólo el 12% de los generados se controlan adecuadamente. Otros instrumentos importantes han sido las normas oficiales mexicanas y las auditorías aplicadas a la industria.

 

Jalisco es una de las regiones más industrializadas del país. Participa con alrededor del 7 por ciento del PIB nacional, lo que la convierte en el tercer lugar en importancia nacional en este rubro. Junto con su principal ciudad, Guadalajara, Jalisco ha sido históricamente el centro regional del occidente de México, pues concentra 56 por ciento de las unidades económicas de la región y genera el 65 por ciento del empleo.

 

Actualmente en la estructura industrial manufacturera del estado siguen predominando las pequeñas y medianas empresas; sin embargo, empiezan a surgir algunas de gran importancia por su dinámica económica y que están generando, relativamente, más empleos. Para 1993, el 97 por ciento de las unidades económicas en el estado eran microempresas, las cuales ocupaban el 53.5 por ciento del personal y generaban el 32 por ciento del ingreso total. Mientras que sólo menos del 1 por ciento eran medianas y grandes, sin embargo ocupaban más del 25 por ciento del personal y generaban alrededor de 41 por ciento del ingreso total.

 

En 1980 se encontraban en esta capital el 61 por ciento de los establecimientos industriales de Jalisco y el 78 por ciento del personal ocupado en las manufacturas, observándose actualmente el mismo patrón de concentración de estas actividades en la zona metropolitana de Guadalajara

 

El mercado interno disminuye su importancia y las actividades económicas se reorientan al mercado internacional, como lo muestra el acelerado desarrollo de las maquiladoras de exportación, las empresas exportadoras y la dinámica de la IED (inversión extranjera directa). Para 1995 encontramos cerca de 1000 empresas exportadoras localizadas en Jalisco principalmente de las ramas electrónica, vestido, calzado y cuero, y partes automotrices. Es de destacar el incremento de la importancia de las grandes empresas de la entidad en la industria alimenticia, en la metálica básica, así como en la producción de maquinaria y equipo, instrumentos quirúrgicos y de precisión. En este último giro, se refleja la importancia creciente del estado en la producción de equipo electrónico

 

En otro orden de cosas, el desarrollo urbano-industrial en Jalisco ha provocado serios trastornos en el medio ambiente. La industria emite aproximadamente el 25 por ciento de la contaminación atmosférica. Para 1997 el total de emisiones se calculan en 1 millón 389 mil toneladas por año de las cuales alrededor de 1 millón, son emisiones de la industria, servicios y transporte. Las industrias más contaminantes al aire son la azucarera, manufactura de celulosa, papel y sus productos, fabricación de sustancias químicas y productos químicos, industria del hule, alfarería y cerámica, fabricación de cemento, cal, yeso y otros productos de materiales no metálicos, industria básica del hierro y el acero, metales no ferrosos y autotransporte.

 

En 1993 la industria jalisciense generaba cerca de 190 mil toneladas al año de residuos sólidos, de los cuales aproximadamente 19 mil toneladas eran clasificadas como peligrosos. Sin embargo, no existen en Jalisco tiraderos autorizados para este tipo de residuos. La carencia de un sistema de recolección, tratamiento y disposición de desechos sólidos provoca la contaminación de mantos freáticos y la erosión del suelo; la proliferación de infecciones, ya que se pueden generar gases tóxicos, lixiviados y malos olores, lo cual puede ocasionar impactos y daños importantes a la salud de  la población. Las actividades que presentan mayor potencial contaminante al suelo son: industria del cuero y pieles, fabricación de productos y sustancias químicas, industria farmacéutica, industria básica de metales no ferrosos, fundición y moldeo de piezas metálicas y, estaciones de gasolina.

 

Jalisco, consumió para 1997 cerca de 4500 millones de metros cúbicos de agua en el año, de las cuales solo cerca del 10 por ciento provienen de fuentes subterráneas. Es importante destacar que cerca de 3000 millones de metros cúbicos al año de agua proveniente de fuentes superficiales son consumidos por las hidroeléctricas. La variedad de actividades que impactan al recurso agua es muy amplia entre las que presentan mayor potencial contaminante están: fabricación de aceites y grasas vegetales comestibles, fabricación de cocoa, chocolate y artículos de confitería, industria del cuero, pieles, sus productos y otros, manufacturas de la celulosa, papel y sus derivados, imprentas, editoriales e industrias conexas, fabricación de productos y sustancias químicas básicas, industria de fibras artificiales y sintéticas, industria farmacéutica, industria del hule, elaboración de  plásticos, industria básica del hierro y el acero, industrias básicas de metales no ferrosos, fundición y moldeo de piezas metálicas, industria automotriz, fabricación y reparación y ensamble de transporte, servicios de investigación científica, servicios médicos, odontológicos y veterinarios, prestación de servicios profesionales, técnicos y especializados, servicios de reparación y mantenimiento automotriz, servicios para la agricultura y ganadería, servicios de transporte terrestre, servicios de transporte por agua y aéreo.